Logotip del coworking Espai Pràctic: representació estilitzada de dues voltes catalanes entrecreuades, simbolitzant l'arquitectura de l'edifici que alberga el coworking de llançà i el cap de creus.

hola@espaipractic.com

+ (34) 623 457 369

El renacimiento del coworking en la era del teletrabajo

En 2020 será recordado no sólo como el año en el que una pandemia sacudió el mundo, sino también como el punto de inflexión en el que el mundo laboral experimentó una revolución. Empresas de todas las magnitudes y sectores, desde las emergentes startups hasta las grandes multinacionales, tuvieron que reevaluar y reinventar las operaciones prácticamente de la noche a la mañana. Oficinas abarrotadas se transformaron en escritorios solitarios y llenos de polvo, las reuniones cara a cara dieron paso a pantallas de videoconferencias (con programas como Zoom sobre todo en un primer momento) y el sonido de las impresoras fue sustituido por el murmullo o alboroto la vida doméstica.

En medio de este panorama, surgió un fenómeno particularmente interesante: mientras muchos celebraban la libertad y la flexibilidad del teletrabajo, otros empezaban a sentir el peso del aislamiento y la carencia de límites claros entre la vida laboral y personal. Aquí es donde entra en escena el concepto de coworking. Antes de la pandemia, estos espacios ya eran populares entre freelancers, emprendedores y pequeñas empresas. Pero con la proliferación del trabajo remoto, el coworking no sólo ha resistido, sino que ha experimentado un renacimiento, ofreciendo una solución a todos aquellos que no quieren o pueden estar todo día trabajando y viviendo en el mismo espacio, como el comedor de casa , es decir para aquellos que buscan un promedio entre el hogar y la oficina tradicional. Bienvenidos a la era en la que el teletrabajo y el coworking coexisten y se complementan, transformando nuestra forma de trabajar y colaborar.

Imagen de una mesa de oficina de un coworking

Breve historia del teletrabajo

Antes de que el término “teletrabajo” se convirtiera en un tema de conversación en cada rincón del mundo, ya existía una evolución paulatina hacia modelos de trabajo más flexibles. Aunque las primeras menciones del teletrabajo se remontan a la década de 1970, no fue hasta la popularización de Internet y las herramientas de colaboración online en la década de 1990 y 2000 que empezamos a ver un incremento significativo en su adopción.

Antes de la pandemia y el cambio abrupto

Antes de 2020, el teletrabajo se veía como un beneficio más que como una norma. Empresas vanguardistas lo ofrecían para atraer a talento, reconociendo los beneficios intrínsecos como la reducción de tiempo de desplazamiento, el aumento de la satisfacción laboral y la posibilidad de acceder a un talento global sin restricciones geográficas. Sin embargo, también había retos. La cultura corporativa tradicional, la falta de herramientas adecuadas y las preocupaciones sobre la productividad y la seguridad de la información frenaban su total adopción.

Cuando el COVID-19 empezó su rápida propagación a nivel mundial, el teletrabajo dejó de ser una opción y se convirtió en una necesidad. Empresas que nunca consideraron el modelo remoto se vieron obligadas a adaptarse en tiempo récord. Gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Twitter fueron algunos de los primeros en anunciar trabajos remotos, y otras muchas empresas siguieron su ejemplo.

Los beneficios percibidos por las empresas en esta transición forzada fueron múltiples:

  • reducción de costes operativos
  • mantenimiento de operaciones a pesar de las restricciones
  • un aumento inesperado en la productividad (en la mayoría de casos).

Por otra parte, los empleados gozaron de una mayor flexibilidad, ahorro en gastos de transporte y una mejor conciliación de la vida laboral y personal. Pero como toda moneda tiene dos caras, también surgieron desafíos como el aislamiento social, las distracciones del hogar y la dificultad para desconectar del trabajo.

En resumen, la pandemia no inventó el teletrabajo, pero sin duda lo consolidó, acelerando una transformación que podría haber llevado una década en apenas unos meses. Los coworkings, entonces grandes desconocidos por la gran mayoría, empezaron a entrar en el imaginario colectivo.

Impacto del teletrabajo

El teletrabajo, que una vez considerada una ventaja o incluso un lujo, se ha convertido en una realidad omnipresente para muchas personas en todo el mundo. Pero como cualquier cambio significativo, viene con su propia serie de beneficios y desafíos.

Los beneficios del teletrabajo:

  • Flexibilidad: Una de las ventajas más evidentes del teletrabajo es la flexibilidad que otorga. Tener la capacidad de organizar su horario según sus necesidades y ritmos personales puede resultar en una mayor productividad y bienestar.
  • Reducción de tiempo de desplazamiento: Las horas que antes se gastaban en tráfico o en transportes públicos ahora se pueden utilizar de formas más productivas o para el descanso y ocio personal.
  • Costes asociados: Las empresas ahorran en gastos de infraestructura y servicios mientras que los empleados reducen gastos de transporte, alimentación y vestuario.

Desafíos del teletrabajo

  • Sensación de aislamiento: El contacto humano es esencial. Aunque las herramientas digitales nos mantienen conectados en términos laborales, no pueden reemplazar la interacción frente a frente, generando a muchos una sensación de aislamiento o desconexión.
  • Distracciones del hogar: Trabajar desde cnansa suena ideal, hasta que nos damos cuenta de que el hogar está lleno de distracciones, desde tareas domésticas hasta la presencia de familiares.
  • Separación entre vida laboral y personal: Con la oficina en casa, puede resultar difícil desconectar. Para muchos, la jornada laboral se alarga y establecer límites se torna un reto.
  • Interacción cara a cara y su importancia: Más allá de las charlas informales junto a la máquina de café, la interacción cara a cara desempeña un papel crucial en la colaboración y la creatividad. Las discusiones en persona permiten una comunicación más rica, captando gestos, tonos y matices que las videoconferencias no siempre transmiten. Además, las conversaciones espontáneas pueden dar lugar a ideas innovadoras y soluciones inesperadas. En un mundo dominado por el teletrabajo, encontrar formas de mantener esta chispa de colaboración y creatividad es esencial.
Imagen de una oficina con escaleras vacía debido a la pandemia

El renacimiento de los espacios de coworking

Los espacios de coworking nacieron como una respuesta a una creciente necesidad de puestos de trabajo flexibles y compartidos, especialmente para freelancers, emprendedores y startups que buscaban un espacio para trabajar sin necesidad de alquilar una oficina completa. Estos sitios, no eran simples oficinas, se convirtieron en comunidades donde se fomentaba la colaboración, el intercambio de ideas y la creación de redes de contactos.

La idea de los espacios de coworking surgió a principios de la década del 2000, en un intento por combinar lo mejor de trabajar desde casa y la oficina. En lugar de estar aislados en casa o invertir en un espacio de oficina propio, los profesionales encontraron en el coworking un promedio: un espacio flexible donde podían trabajar de forma independiente, pero rodeados de una comunidad que compartía mentalidad y objetivos similares .

Aumento en la demanda de espacios de coworking durante y después de la pandemia:

La pandemia, con su inesperado auge del teletrabajo, trajo una serie de desafíos, entre ellos, el aislamiento y la falta de límites entre el hogar y la oficina. Esta situación ha llevado a muchos a buscar alternativas, y los espacios de coworking se presentaron como la solución ideal para muchos. Han experimentado un resurgimiento, ya que ofrecen un espacio fuera de casa donde las personas pueden trabajar manteniendo el distanciamiento social y, al mismo tiempo, gozar de una sensación de comunidad y colaboración.

Beneficios de los espacios de coworking:

  • Conexión social: En un mundo en el que el distanciamiento se convirtió en norma, los espacios de coworking ofrecen un oasis de interacción humana, ayudando a combatir la sensación de aislamiento.
  • Entorno profesional: Aunque trabajar desde casa tiene sus ventajas, no todos tienen un espacio adecuado para ello. Los espacios de coworking ofrecen un ambiente profesional, con todas las comodidades y recursos necesarios.
  • Equilibrio entre vida laboral y personal: Estos espacios permiten establecer una clara distinción entre el hogar y el trabajo facilitando desconectar al final del día.
  • Red de contactos y colaboración: Uno de los grandes atractivos del coworking es la oportunidad de networking. Estar rodeado de profesionales de distintos campos permite establecer contactos, colaboraciones y, en ocasiones, incluso sociedades empresariales.

En resumen, en un mundo donde el teletrabajo se ha convertido en la norma para muchos, los espacios de coworking han encontrado un nuevo propósito, sirviendo como un puente entre el trabajo desde casa y la necesidad inherente de interacción y colaboración humana.

Logotip del coworking Espai Pràctic: representació estilitzada de dues voltes catalanes entrecreuades, simbolitzant l'arquitectura de l'edifici que alberga el coworking de llançà i el cap de creus.

En un mundo en constante evolución, la capacidad de adaptarse es esencial. Y en este escenario, Espai Pràctic el coworking del Cabo de Creus nos lo demuestra.

Ubicado en el corazón de Llançà, Espai Pràctic no es simplemente un espacio de coworking; es una declaración de intenciones. Desde sus inicios, ha demostrado una capacidad para anticiparse a las necesidades de los profesionales y evolucionar con ellos. En tiempos en que la demanda de espacios de trabajo flexibles y colaborativos se disparó, Espai Pràctic respondió creando unas instalaciones y servicios para ofrecer un entorno seguro, innovador y propicio para la productividad.

¿Cómo lo hace Espai Pràctic para cubrir las necesidades? 

Más allá de proporcionar un escritorio y una silla, el coworking se ha convertido en un ecosistema para teletrabajadores y emprendedores. Con su diseño fusiona lo tradicional con lo moderno, y sus espacios abiertos invitan a la interacción, fomenta un ambiente donde la creatividad fluye y las colaboraciones surgen de forma orgánica.

La tecnología NFC para acceder 24h al día, la fibra óptica a máxima velocidad y la flexibilidad de horarios son sólo algunos ejemplos de cómo el Espacio Práctico se ha esforzado por satisfacer y superar las expectativas de los usuarios.

Escribe tu opinión

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *